Al finalizar un año y empezar con muchas expectativas el nuevo, siempre nos encontramos en un tramado de sentimientos opuestos como tristeza, satisfacción, temor y esperanza. Algunas personas acostumbramos a dejar por escrito lo que consideramos deben ser nuestras metas para el nuevo período de vida que empezamos. Sin importar cuántos propósitos o metas nos propongamos, todos exigen de una cualidad que justamente no acostumbramos a tener en cuenta: el esfuerzo.
El esfuerzo es el mejor propósito con el que debemos comprometernos para alcanzar el verdadero éxito. A menudo confundimos triunfar con placeres inmediatos, lo cual en nada contribuye a nuestra superación. Una deliciosa comida es un placer inmediato, un beso apasionado. Pero se requiere de gran esfuerzo alimentarse bien y , por supuesto, amar y ser bien amado.
¿Qué es el esfuerzo? Es la auto exigencia en diferentes aspectos. físico, emocional, intelectual , con el propósito de reunir los requisitos de tu meta, es decir, cada propósito requiere de sacrificios. La vida no te premiará por quedarte sentado leyendo este mensaje. La vida es acción , decisión. Cada momento de felicidad o tristeza, triunfo o derrota, responde a la ley universal de causa y efecto. Todo obedece a una razón, sea que la conozcas o no, la entiendas o la aceptes. Por ejemplo, tu estado de salud hoy depende de lo que hiciste ayer. ¿Te alimentaste bien? ¿Hiciste alguna buena acción? ¿Te dejaste dominar por las emociones?
Si tuvieras oportunidad de hablar con las personas que realmente han triunfado, te dirían que cada éxito es el resultado de esfuerzo y sacrificio. ¿Acaso no crees que nuestro gran James Rodriguez se haya esforzado para estar donde está? ¿Te puede imaginar lo que este joven ha sacrificado para jugar en las grandes ligas? Es fácil imaginárselo si piensas en esto: ¿Qué debes evitar cuando trabajas con disciplina? Bebida, rumbas, gustos en muchos aspectos. Incluso, imagino que ha debido sacrificar las insinuaciones de muchas de sus seguidoras que ni son pocas ni pasan desapercibidas por su belleza.
Piensa en esta frase e imagina qué esfuerzos requieren tus propósitos:
¿Cuáles han sido tus excusas para no hacer lo que debes hacer?
¿Te rendiste el año pasado cuando tratabas de alcanzar una meta? ¿Qué te faltó?
Nunca dejes tu vida al azar, a la casualidad. No dependas de la suerte porque el éxito verdadero en el amor, en el trabajo y en la misma vida, no es un destino sino un camino que requiere de esta gran capacidad: ESFUERZO.





