vivalobien

vivalobien
Porque solo se vive una vez, vivalobien.

¡ARRIBA LA VIDA!

Seguidores

UN NUEVO CANAL DE PARA VIVALOBIEN

PANDEMIA DEL COVID 19:  ¿ACEPTACIÓN O ADAPTACIÓN? }}}              

EL VALOR DEL PERDÓN






Desde pequeños  fueron muchos los esfuerzo de nuestros padres por lograr que aprendiéramos a pedir  perdón. Se trataba de una demostración de arrepentimiento  ante nuestra condición humana  de la imperfección. Sin embargo, de las ideas más extraordinarias que he podido aprender fue a entender que  el perdón tiene un valor especial para uno mismo cuando  aprendemos a a perdonar y a perdonarnos.

¿Me puedo perdonar?  No solamente es posible, sino una necesidad para seguir adelante en nuestro proyecto de vida. Es verdad que me equivoqué con esas personas, no debí decir  algo  ofensivo a aquellas personas que tanto bien me dieron en diferentes momentos. Quizás, ya el tiempo  y la distancia  hacen que sea difícil  expresarles mi arrepentimiento o, pero aún,  es posible que a ellos ya no les  interese saber  que aún estoy vivo. ¿Qué debo hacer?  Perdonarme. Frente al espejo y en  un sincero acto de arrepentimiento debo mirar a esa persona y  darle mi comprensión junto con las palabras de ánimo para que siga adelante. Sin duda,  debo recapacitar sobre lo que debo aprender de esta experiencia, entender  qué sentimientos generan en mí las palabras o comportamientos de otras personas para "protegerme"  en  futuras situaciones similares,  cambiando  mi actitud ante esas situaciones.


¿Debo perdonar?  No hay  mejor venganza que perdonar. No esperes a que te pidan  perdón. Puedes hacerlo antes o, incluso, aunque nadie  te lo pida. El perdón obra en nuestro organismo de la misma manera que ocurre cuando te ofreces a llevarle  el maletín  a alguien en el bus. Cuando tú estás cómodamente sentado, esa persona con su maletín adelante  te va a golpear la cara en varias ocasiones. Es verdad que no tiene la intención de molestarte, pero  resulta difícil evitar incomodarte.  Al ofrecerte a llevar su maletín, aparentemente  estás haciéndole un favor, pero realmente  el favor es para ti: te evitas que te lastimen. Lo mismo ocurre cuando perdonas: evitar el resentimiento, alejas el dolor y , automáticamente,  estás quedando  exento de  cualquier pensamiento negativo. Piensa esto: ¿crees que por  sentir resentimiento, esa persona va a cambiar su vida? Esa persona sigue viviendo  normalmente, mientra tú  mismo te enfermas produciendo  energías negativas en tu organismo, las cuales pueden desencadenar en enfermedades como el cáncer.


El perdón es una necesidad espiritual y  un gran alimento para el crecimiento  personal. Deberíamos aprender de los niños cuando juegan. A veces se molestan,  pelean,  pero al  rato están  nuevamente felices  unidos  en una nueva experiencia.



Finalmente,  te comparto una oración fuerte sobre el perdón y , si  te decides a cambiar tu  propio bienestar, te invito a leer  este libro: Usted puede sanar su vida, de Louis Hayes. 






Si después de leer este artículo,  empezar a perdonar, hacer la oración y  leer el libro, consideras que nada ha cambiado en tu vida, entonces,  ¿me perdonas? 






No hay comentarios:

Publicar un comentario