Cuentan de Osho, filósofo espiritual y gurú indio, que hasta los seis años de edad creyó que su nombre era "NO", debido a las numerosas veces que le hablaban con esa palabra. Según estudios, un niño a esa misma edad ha escuchado más de 60 mil veces esa palabra, lo cual condiciona su comportamiento. El lenguaje es tan rico en forma que podemos eliminar el incómodo "No" de la expresión de nuestros deseos o emociones.
Haga lo siguiente: no piense en su familia. ¿Pensó en su familia? El cerebro no acata la negación, especialmente para sus deseos y metas. Cambie su comunicación negativa por una mucho más positiva. si cambias tus palabras, cambiarás tu mundo. Si cambias el letrero de tu vida, por un mensaje mucho más alegre, todo se transformará a tu alrededor.
Tú creas tu propio mundo, gracias a las palabras. Esto significa que cada uno de nosotros somos una caja verbal que compartimos con otras cajas verbales. ¿De qué qué calidad son tus palabras? ¿Tus palabras construyen o destruyen? Desde hace mucho tiempo se habla del poder de las palabras; de la manera como las utilices crear tus propios pensamientos, sentimientos y la misma experiencia con el mundo y tus seres cercanos. Finalmente, recuerda, "cada quien da lo que posee".
A partir de hoy, preocúpese por cuidar de su vocabulario de la misma manera como lo hace por su apariencia personal. Elimine el "Y si.." de su vida, por ejemplo: y si yo hubiera hecho... y si yo hubiera dicho.